La gente se empeña en quejarse de la cuesta de Enero, pero a mí lo que todos los años me cuesta es cerrar el año. Se me agria el caracter, se me tuercen los proyectos, se me atrofia el cerebro, se me tensan los músculos,... Y todo junto hace que cada año, el 30 de Noviembre vea una auténtico abismo ante mí.
Además, da la casualidad de que estos dos últimos Diciembres me ha abandonado mi compañero de fatigas laboral (cada año, uno diferente, pero casualmente con el mismo nombre), con lo que mi carga de trabajo aumenta considerablemente justo cuando el año llega a su fín.
Estamos a día 19 y hoy la gente ya ha empezado a cogerse vacaciones, a celebrar el fin del trimestre escolar, a anticipar la Navidad, que ya está a la vuelta de la esquina,... Hoy es ese día en el que muchos están iluminados con lucecitas de colores ... pero yo estoy apagado en blanco y negro.
Pero no os preocupéis, que seguro que cuando se me pase este bajón, vuelvo a ver la vida a través de otro cristal.
1 comentarios:
¡Ánimo chaval! Si hay algo que se pueda hacer para quitarte la tontería de encima, no tienes más que decírmelo. ;)
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