8.9.08

enGerundio: El teorema de Almodovar

Ayer terminé las 12 últimas páginas de este sorprendente libro, que mezcla realidad y ficción sin saber donde empieza una y termina otra. Una mezcla que hace que el autor, Antoni Casas Ros, sea a la vez escritor y personaje, o personaje y escritor...

Antoni, el personaje, es un matemático al que un ciervo en mitad de la carretera dejará sin novia y sin rostro. A partir de ese momento, Antoni huye de la gente, y se crea su propia máscara de soledad. Hasta que casualmente se encuentra a Almodovar y a Lisa, una transexual, que le cambiarán totalmente la vida. El narrador alterna el relato de su vida antes y después del fortuito encuentro con opiniones y divagaciones suyas que bien podrían ser un libro aparte, un libro de carácter ensayístico.

Lo curioso de este libro, es que Antoni, el escritor, también es un matemático al que un accidente le dejó desfigurado. Y el hecho de que nunca haya dado una entrevista en persona alimenta la "minileyenda" que se está forjando.

Nota: 8,5

Me ha sorprendido gratamente. Nunca había leído un libro con reflexiones tan profundas, en las que me subrayara frases como las que os pongo al final del post. Un libro muy recomendable si te gusta leer como piensan los demás, y muy poco recomendable si buscas asesinatos e investigaciones fáciles. Y además, un personaje misterioso que sale del propio libro y que escribe blogs tan misteriosos como el suyo.

Enlaces:

Blog: http://casasros.blogspot.com/
Myspace: http://www.myspace.com/antonicasasros
Artículo de El País: http://www.elpais.com/articulo/cultura/ecuacion/misteriosa/Casas/Ros/elpepicul/20080511elpepicul_1/Tes

Extractos:

"... y me pregunto por qué la forma tiene tanta importancia. Siempre se enamora uno de la forma, pero la forma no es sino la apariencia de otra cosa distinta. ¿Por qué no puede uno enamorarse de la esencia? Me consuelo pensando que la forma revela la esencia y que la esencia ama la forma."

"Las mujeres son mucho más valientes que los hombres, tan fútiles en todo."

"...yo sabía que sólo podemos perdonar ciertas cosas a quienes nunca volveremos a ver. El perdón, en ocasiones, no soporta la proximidad."

"El afán de destrucción. Probablemente es el impulso fundamental del hombre. Aniquilar la belleza. Luego tal vez distenderse para crear algo. Se advierte en las guerras actuales, cuyo profundo cinismo se revela en el hecho de que se han convertido en una suerte de operación comercial. Se arrasa, se asesina a la población y, giro copernicano, el destructor se convierte en una amable filántropo que, contratos en mano, se ofrece para reconstruir el país. [...] Es como violar a una niña por el placer de devolverle la virginidad"

Todos los extractos son propiedad de Antoni Casas Ros.

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