Domingo, 12.30. Real Madrid - F.C. Barcelona. Primer partido de la Final de la liga ACB. En el tendido 10, una familia numerosa, con dos padres, una madre, dos novios, una hermana y dos primos se preparaban inflando globitos para no parar de animar durante un par de horas al equipo blanco. Tras ganar al DKV en el quinto partido, el Madrid busca la revancha de la final de la Copa con el factor campo a favor. Presentación de los jugadores. A los del Barça, pitos. A los del Madrid, ovación y de fondo "The Eye of The Tiger". Pelos de punta. Resultado: victoria del Madrid, partidazo de Reyes, tarjeta amarilla para mí por gritar tanto y menos mal que me perdonaron la expulsión, que si no... Y todo eso, con las familias unidas. Así da gusto. Silvia, toma nota: la celebración de la boda en Vistalegre ;)
Domingo, 21.00. Real Madrid - Real Mallorca. Último partido de la Liga 2006/07. El Madrid depende de sí mismo para ganar la Liga. A 90 minutos de la gloria o del infierno, salen los dos equipos al terreno de juego con "The Final Countdown" de Europe a todo trapo. Pelos de punta. Mi padre y yo bloqueados por los nervios ante el partido decisivo. Y más nervios aún después del tiro al palo del Mallorca nada más empezar el partido. En el descanso, caras largas, decepción, rabia contenida. El gol del Mallorca y la actitud del Madrid nos dejaron tocados. Pero lo mejor estaba por llegar. Segundo partidazo del domingo de un Reyes. Después, el defenestrado Diarrá desató la locura. Y por último, el segundo de Reyes que nos hizo disfrutar tranquilamente de la fiesta que se estaba montando en las gradas. Al terminar el partido, hora de las despedidas. Gracias David. Gracias Roberto. 11 años no se olvidan así como así. Cuando ya se había ido hasta el apuntador, rumbo a casa a ver a la Cibeles desde el sofá.
Domingo, a la hora de cambiarse el nombre por Lunes. Casa de Silvia. La TV nos deja disfrutar de la fiesta sin correr ningún riesgo. Por tercera y última vez en el día, los pelos de punta al ver como Raúl ponía cuidadosamente la bandera a la diosa Cibeles, besos incluídos. Besos que pusieron punto y seguido a la celebración del título del Madrid, y punto y final a un maravilloso domingo de pasión en el que todo salió a pedir de boca. Mañana, domingo, no habrá tanta pasión blanca, pero ojalá sea un día tan bueno como el de la semana pasada.
PD: Malditos sean los bestias que no conocen la fiesta sin más y que consiguieron que, una vez más, tengamos que avergonzarnos por ser del mismo equipo que esos energúmenos.